Se caracteriza por la presencia de obsesiones y/o compulsiones que implican una gran pérdida de tiempo, e interfieren en la vida de la persona.
Las obsesiones son ideas, imágenes o impulsos mentales que irrumpen una y otra vez en la actividad mental de la persona.. Suelen ser siempre desagradables y quien los padece, suele intentar, sin éxito, resistirse a ellas. Son percibidos como pensamientos propios, a pesar de ser involuntarios, y a menudo repulsivos.
Las compulsivos o actos rituales son formas de conducta estereotipadas que se repiten una y otra vez. No son por sí mismo placenteros, ni dan lugar a actividades útiles por sí mismas. Para quien los sufre tienen la función de prevenir que tenga lugar algún hecho objetivamente improbable. A menudo, aunque no siempre, este comportamiento es reconocido por la persona que lo padece como carente de sentido o eficacia.
Los temas en torno a los que pueden darse son muy variados pero generalmente suelen ser de orden, contagio o contaminación, religión, sexualidad...