Nuestras conductas son aprendidas, si hemos aprendido a actuar de una determinada forma podemos “desaprenderlo” y cambiarlo de una forma activa y desde el mismo momento en el que comenzamos la terapia en la primera consulta.
Utilizaremos la terapia psicológica cognitivo-conductual. Y por tanto mi acercamiento a los problemas de la conducta se basa en conseguir modificar el comportamiento para poder modificar nuestro estado de ánimo, esto que nos afecta, que no nos permite ser cómo realmente quisiéramos… en definitiva nuestro estado de salud.
El modo de trabajo que usaremos partirá de tu primera llamada o contacto vía mail. Después concertaremos una cita en la que evaluaré cual es el problema que te ha llevado a contactar conmigo, esta primera consulta, o primera entrevista como realmente lo llamaremos será gratuita. A partir de aquí comenzará el propio proceso de evaluación, devolución de hipótesis, terapia y seguimiento, donde te aseguro una mejora de tu estado general de salud.
Los problemas que trato abarcan un amplio abanico:
Nuestros problemas emocionales son fruto de nuestro aprendizaje, tener un problema concreto no implica que seamos débiles, ni enfermos, simplemente hemos sido víctimas de una serie de desafortunadas experiencias, por tanto cualquier conducta que hemos aprendido puede desaprenderse con la participación activa de la persona que acuda a terapia.
Ponte en contacto conmigo si tienes dudas acerca de la posibilidad de tratamiento de tu problema y lo resolveremos, dado que toda conducta es susceptible de ser modificada.
*/ ?> /*Se produce ansiedad cuando conceptualizamos determinada situación como una amenaza que puede provocar daños. Esto se acompaña de determinadas sensaciones tanto psíquicas (preocupación, miedo, intranquilidad…) como somáticas (aumento de la tensión, palpitaciones, taquicardias, llanto…)
Se trata de una señal de alarma que prepara nuestro cuerpo para la actuación ante lo que hemos conceptualizado como amenaza. Nos ayuda a ponernos en marcha. Pero cuando es excesiva pasa a ser desadaptativa, con síntomas fisiológicos o emocionales, conductuales o motores, y cognitivos, y provocando un gran malestar e incapacitación que lejos de ayudarnos a actuar, nos imposibilita tomar la decisión correcta.
Se incluyen aquí:
Definimos los problemas de alimentación como aquellos que cursas con miedo a engordar, preocupación excesiva por el peso o el cuerpo, distorsiones sobre la propia imagen, pautas restrictivas de alimentación, pérdida del control de la misma incluyendo en ocasiones conductas compensatorias siendo estas ayuno, vómitos autoprovocados, ejercicio físico exagerado… y una gran interferencia de la salud física y mental así como de la vida cotidiana.
Dependiendo de los síntomas presentes se conceptualizará uno u otro de los siguientes problemas alimenticios:
En la depresión está presente un estado de tristeza constante, junto con anhedonia o desgana y disminución del interés por las cosas que antes si provocaban interés. Ocurren pensamientos negativos, desmotivación, cambios del ritmo de sueño, del apetito y del peso, falta de energía o fatiga, sentimientos de culpa, inutilidad, baja autoestima...
Estos síntomas terminan por provocar que la persona abandone determinadas actividades e intereses por lo que el problema se agrava.
Se caracteriza por la presencia de obsesiones y/o compulsiones que implican una gran pérdida de tiempo, e interfieren en la vida de la persona.
Las obsesiones son ideas, imágenes o impulsos mentales que irrumpen una y otra vez en la actividad mental de la persona.. Suelen ser siempre desagradables y quien los padece, suele intentar, sin éxito, resistirse a ellas. Son percibidos como pensamientos propios, a pesar de ser involuntarios, y a menudo repulsivos.
Las compulsivos o actos rituales son formas de conducta estereotipadas que se repiten una y otra vez. No son por sí mismo placenteros, ni dan lugar a actividades útiles por sí mismas. Para quien los sufre tienen la función de prevenir que tenga lugar algún hecho objetivamente improbable. A menudo, aunque no siempre, este comportamiento es reconocido por la persona que lo padece como carente de sentido o eficacia.
Los temas en torno a los que pueden darse son muy variados pero generalmente suelen ser de orden, contagio o contaminación, religión, sexualidad...
Los problemas familiares pueden estar causados por una mala relación, por problemas de comunicación, por déficit de resolución de problemas… pero también pueden estar causados por problemas particulares que pueda padecer alguno de los miembros de la familia que terminan por afectar al núcleo familiar al completo. Suelen ocurrir cuando en la familia hay un hijo adolescente con problemas en los estudios, adicciones, agresividad... pero evidentemente no es la única razón para que puedan existir estos problemas, por lo que cada familia es un mundo particular y la terapia irá adecuada a cada problema que pueda estar presente para uno a uno ir eliminando los focos del conflicto y mejorar la relación y por tanto el bienestar común, y de cada uno de los miembros. Es una terapia completamente integral.
Las parejas pueden sufrir problemas en su relación y en ocasiones pueden llegar a romper la relación por no encontrar una forma de resolverlos. Un buen comienzo para conseguir solucionarlos es acudir a terapia de pareja.
Los motivos de comienzo de problemas de pareja pueden ser muy diferentes y variados: problemas en uno de los integrantes, diferentes gustos, valores, educación, intereses, formas de entender la vida, o el futuro, infidelidad, celos, déficit en el control de estímulos, déficit en la comunicación, resolución de problemas, problemas sexuales… y generalmente se mantienen precisamente por una incorrecta manera de comunicarse o incluso incomunicación, y dificultades por tanto para resolver los problemas que están surgiendo.
En terapia comenzaremos por la evaluación de la pareja, y de las pautas de relación, así como de la forma de comunicación, resolución de problemas y cualquier otra conducta que pueda estar interfiriendo en el buen curso de la pareja para ponerle un remedio y reconducir la forma de actuar, aumentando las conductas positivas y disminuyendo las negativas.
Dentro de los problemas de pareja también incluimos los problemas de relaciones tóxicas en las que la persona pueda estar atrapada sin saber salir y sin ser feliz en absoluto. Existe un salida, un cambio es posible.
Los problemas sexuales son aquellos que impiden a la persona que los padece el disfrute completo y natural de su sexualidad tanto de manera individual como en pareja. Esto quiere decir que una persona que no tenga pareja puede también padecerlos y puede requerir ayuda profesional.
Pueden tener diversas causas y también pueden ser especifícos o generalizados, pueden durar un período corto de tiempo o prolongarse. Ante cualquier problema sexual lo más recomendado es acudir a consulta psicológico para su evaluación y eliminación pues sino dañarán a la pareja o dificultarán la búsqueda de una por vergüenza, miedo o desconocimiento.
Podemos encontrar dentro de esta categoría:
Cuando hablamos de adicciones siempre nos vienen a la mente las adicciones a determinadas sustancias: tabaco, alcohol, cannabis, cocaína… pero también existen las llamadas adicciones sin sustancia como pueden ser la adicción al trabajo, al juego/apuestas, al sexo, nuevas tecnologías...
Una persona con cualquiera de estas adicciones se sentirá incapaz de controlarlas incluso cuando ve que provocan consecuencias negativas. En ocasiones pueden no haberse dado cuenta aun de que padecen una adicción pues creen que lo pueden controlar cuando ya no es así.
Generalmente la persona siente una urgencia de realizar el acto de su adicción, y se siente bien mientras lo lleva a cabo, pasando después a maldecirse o culparse por haberse dejado llevar una vez más.
Estos problemas son muy comunes y puede haber adicción a múltiples sustancias y conductas:
Los problemas de autoestima son aquellos en los que la persona no se valora o lo hace de una forma negativa. Se da cuando nos juzgamos y rechazamos a nosotros mismos produciendo un enorme dolor.
La autoestima influye en nuestro bienestar, estado de ánimo, y lucha por las cosas que nos importan ya que al no confiar en nosotros mismos o no querernos lo suficiente no creemos que podamos conseguirlo por lo cual disminuye la lucha.
Se deja notar por problemas de desconfianza tanto en uno mismo como en los demás, timidez o dificultades de relación, celos dentro de la pareja, asumiremos menos riesgos sociales, académicos, o profesionales... todo ello para evitar nuevos juicios y autorrechazos, levantando barreras defensivas.
Pero esta forma en la que uno se percibe a sí mismo puede cambiarse y por tanto mejorar todo lo que se relaciona con ella.
Se conceptualiza dentro de los problemas de ansiedad en la categoría de fobia social. La fobia social se da cuando la timidez es excesiva o incapacitante en un determinado número de situaciones sociales (hablar en público, comer en público, exposiciones de clase o de trabajo…) y por tanto afecta al correcto funcionamiento de la persona y sobre todo a su relación con los demás.
Generalmente suele ir acompañada de una baja autoestima y de déficit de habilidades sociales, por tanto la terapia habrá de ser integral y adecuada a cada caso en particular tratando aquellos campos que estén afectados.
A veces cualquier problema puede estar superándonos y no sabemos cómo actuar, pero vemos que nos está afectando de una forma más grave de la que hubiéramos querido. Antes de que nos desborde del todo pide ayuda para aprender a vencerlo y superarlo.